Por Miguel
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Emulando a la canciller Ángela Merkel, que actúa como si su cometido fuera
salvar el Euro (con reglas germanas, eso sí) científicos del
Instituto
de Investigación Planetaria de Berlín (o
DLR
por sus siglas en alemán) se han propuesto, ni más ni menos,
salvar el
mundo en caso de amenaza por impacto de asteroide.
Los investigadores de este organismo, el equivalente Alemán a la NASA
estadounidense, contarán para tan noble esfuerzo con la ayuda de expertos de la
Agencia Espacial Europea, la
Roscosmos rusa y
la
NASA para crear un proyecto que han dado en llamar
NEOShield.
NEO es el acrónimo técnico empleado para referirse a
Objetos Cercanos
a la Tierra (del inglés: Near Earth Objects) y shield significa
"escudo" en inglés, así que el nombre del proyecto es en sí mismo una
declaración de intenciones.
La iniciativa cuenta además con el apoyo del mundo de la empresa, y de hecho
las divisiones británica, francesa y alemana de la empresa espacial
Astrium
(desarrolladores entre otros de los conocidos satélites de telecomunicaciones
Astra) estudiarán los requierimientos de la arquitectura de
ingeniería necesarios para implementar las soluciones que los técnicos estimen
más oportunas.
Como sabréis, de media,
cada año un objeto del tamaño de un coche
impacta contra la atmósfera de la Tierra provocando unos bonitos fuegos
artificiales.
Destrucción causada en el 'evento
Tunguska', fotografiada en 1927 (Wikimedia Commons)Cada dos
milenios, un objeto del tamaño de un campo de futbol impacta en la
Tierra provocando importantes daños a nivel local (muchos creen que
esto fue
lo que sucedió en Tunguska).
Sin embargo, los que más nos aterran son los NEO que nos visitan cada pocos
millones de años.
Rocas cuyas magnitudes deben medirse en
kilómetros. ¡Esas son las que debemos evitar a toda cosa si no queremos
vernos abocados a un final similar al de los dinosaurios!
Para los expertos, el riesgo de que algo así suceda es inferior al 10%,
puesto que más o menos tenmos controlados a todos los monstruos gigantes del
vecindario. Sin embargo hay unas cuantas rocas potencialmente peligrosas y más
pequeñas que pasan desapercibidas a nuestros ojos.
Y esa es precisamente la misión de NEOShields. En primer lugar diseñar
telescopios capaces de divisar los casi
19.500 NEOS con tamaños
comprendidos entre los 100 y los 1.000 metros que aún no hemos
localizado.
¿Qué hacer después si localizamos uno de estos que resulte una
amenaza?
Bien, a pesar de que Hollywood haya apostado por
soluciones nucleares
para desviar su curso en películas como Armagedón o Deep Impact, lo
cierto es que
los expertos casi han descartado este método por
lo complicado que resultaría excavar en un asteroide y colocar una bomba atómica
en sus entrañas.
Misión Don Quijote
(ESA)Las dos soluciones más lógicas pacerecen ser el
impacto mecánico directo contra la roca (como intentaba hacer
la anulada misión de la ESA
Don
Quijote), que consiste en usar a nuestro favor la energía cinética de la
nave "bala" para
desviar al asteroide de nuestra trayectoria.
Si se hace con la anticipación necesaria, una levísima variación en el rumbo de
una roca amenazante puede lograr que llegue un poco antes (o un poco después) al
cruce de caminos con nuestra órbita, evitando así la catástrofe.
El otro método a estudiar es el del
remolque
espacial, que básicamente consiste en
utilizar la gravedad
que una nave ejercería sobre una roca vecina para ir desviándola de
forma lenta pero constante.
Una vez se decida qué método es más efectivo, para lo cual habrá seguramente
que conocer en profundidad la naturaleza del cuerpo celeste (dureza, densidad,
etc.) los técnicos preparán nuestra mejor defensa.
Este es
el primer esfuerzo internacional destinado a proteger la vida
de los todos los organismos de la Tierra de las amenazas que llegan
desde el espacio. Esperemos no tener que llegar nunca a usar el conocimiento que
adquiriremos con el proyecto NEOShield, pero si llega el caso es necesario tener
un plan de choque preparado y ensayado.
Y más nos vale acertar porque
probablemente solo tengamos una
oportunidad.
Me enteré leyendo
la
BBC.